Valencia es abierta y hospitalaria, dinámica y cosmopolita, pero también ha sabido preservar sus tradiciones, un gran patrimonio forjado durante siglos. Todas las celebraciones de la ciudad ponen de manifiesto su carácter acogedor, también las fiestas de Sant Bult, las más antiguas. Durante los días de la fiesta una parte entrañable del centro histórico abre las puertas de lado a lado para acoger a personas venidas de las más diversas procedencias que quieren tomar parte en compañía de los vecinos en unos actos que forman una herencia que recibimos de nuestros mayores y que queremos proyectar hacia el futuro.