LA VERDADERA GRANDEZA
Nadie nace adulto. ¡Cuánta sabiduría!
Primero la semilla, y luego raíz, tallo, ramas, hojas, flores, fruto. . .
Desde ese inicio, con total sencillez, en lo oculto del seno materno, se inicia un proceso hacia la grandeza del ser humano: hombre y mujer.
Así es: desde lo sencillo, oculto, insignificante, totalmente débil; a merced de que otros le cuiden o le abandonen, especialmente en esa primera etapa de total indefensión,… hasta la grandeza de una mujer a la que llamas madre, o esposa, o hermana, o amiga y por la que darías la vida, y la grandeza de un hombre al que llamas padre, o esposo, o hermano, o amigo y por el que darías la vida.
¡Qué bien que sea así!
Todo poco a poco. Con mucha paciencia, como el labrador, mucha perseverancia en los cuidados correspondientes, y mucha confianza en que el Señor enviará las lluvias en el momento oportuno y nos defenderá de los pedrisco destructores.
Contemplemos ahora a nuestro amadísimo SANT BULT.
Tuvo también su proceso.
Él, dejando su Trono Celestial, aceptó un camino de empequeñecimiento.
Aceptó hacerse un hombre cualquiera siguiendo un proceso natural de gestación, como todos. Nació en total debilidad y dependencia… No rechazó ser perseguido, vivir en tierra extranjera… No rechazó ningún sufrimiento humano, llegando hasta el extremo de morir en la CRUZ.
A partir de ahí cambió todo. El Padre estaba tan conmovido por lo que su Hijo había hecho que lo resucitó y lo declaró SEÑOR DE TODO, POR ENCIMA DE TODO PODER. El dinero es un poder, el prestigio, los títulos, el éxito, la salud, la fortaleza física, las habilidades, . . . todos los poderes le están sometidos.
Nuestro SANT BULT, que está en la cruz resucitado, tiene TODO bajo sus pies.
¡Qué buen valedor tenemos!
Entrar en la pedagogía de la sencillez, de la pobreza, de la pequeñez es la lección que nos deja nuestro CRISTO de SANT BULT. La primera seguidora de esos pasos es María, que en su cántico nos dice “ha mirado la pequeñez de su sierva”.
Amigos de SANT BULT, vecinos, feligreses, amigos todos, a nuestro PADRE le encanta la humildad. Sigamos su senda. En tu casa sé el más pequeño, ama sin pedir nada a cambio; en tu trabajo haz tu tarea con diligencia sin despreciar a ningún compañero; cuida el respeto y el buen trato con tus vecinos, y amigos; sé educado y respetuoso incluso con quienes te consideran o tú consideras como enemigos o malos amigos, nunca olvides que CRISTO en la Cruz perdonó a todos.
Mira la CRUZ y contempla a un Hombre amable, a un Dios amable, “A QUIEN ES MUY FÁCIL AMAR”
Que a cuantos están a nuestro rededor, les sea fácil amarnos.
Las fiestas nos motivan a la amistad, a la armonía, a crecer en nuestra relación fraterna y más cuando a quien celebramos es a DIOS COMUNIÓN, a DIOS AMOR.
Os deseo a todos unas maravillosas fiestas en honor de Sant Bult. Os encomiendo a su protección.
Mi bendición y mi súplica a todos para que pongáis a la Parroquia a los pies de nuestro amadísimo Sant Bult.
Ramón Crespo López
Párroco de Santo Tomás Apóstol y San Felipe Neri